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sábado, abril 29, 2006

Eh, pocho, ¿con qué número jugás?

Le pregunté a mi viejo, que ya supera la barrera de los 50, sobre qué punteros izquierdos de décadas pasadas recordaba. Se fue lejos en el tiempo y rememoró a Bernardo Bello, Leonardo Veliz y Leonel Sánchez. “Centro de Sánchez, gol de Campos” me dijo. Yo los ubicaba a todos pero no los había visto jugar. Así que volví a leer Puntero Izquierdo de Mario Benedetti e hice memoria de las alas siniestras que yo recordaba. Vale recalcar que mi memoria futbolera está estrechamente ligada al Mundial de 1990. De ahí en adelante. Crecí leyendo Minuto 90, la revista grande del fútbol y hasta hoy guardo como un tesoro la colección completa de Don Balón. Costó encontrar punteros izquierdos de los 90 en adelante. El primero que se venía a mi memoria era Jaime González, el corto le llamaban en Calama por su escaso porte. “Centro de González, gol de Mario “Osito” Núñez” dirían los más contemporáneos. Fueron dupla en Ohiggins y Católica, dejando los mejores recuerdos en el equipo de la sexta región. Anduvo por Colo Colo, Bari de Italia, tuvo dos pasos por Católica y Cobreloa antes que Audax Italiano comprara su pase en una cifra que se acercaba al millón de dolares. El típico puntero que se desvive por sacar goleador a su compañero de ataque pero que cuando enfrenta solo al portero piensa más de lo normal. El karma del puntero. Claudio Núñez, Rodolfo Moya, Marcelo “Papelucho” Alvarez y el mismísimo Patricio Yañez sufrieron de ese mal. Dicen que este último tampoco sabía dominar. Si la cuota de gol por año hubiera sido más holgada, vaya que la trascendencia también lo hubiera sido. Goles y trasecendecia, una fórmula totalmente proporcional.
Luis Díaz tuvo una aparición rutilante en la liguilla pre libertadores de fines del 96. Rápido, atrevido y encarador, como buen puntero. Pero como buen puntero también, con la ya sabida falta de gol. Perdió terreno con la llegada de Acosta y Bisconti y decidió partir. Acá otro mal del puntero chileno. En los equipos chicos era el delantero indiscutido. Atacante perfecto para jugar de contra. Sus buenas campañas en cuadros de segundo orden hacían que volviera a equipos grandes. Colo Colo y nuevamente Católica eran sus destinos. Pero en los equipos de mayor jerarquía era el quinto delantero, el volante de salida de emergencia, el titular de la Copa Gato y muchas veces el Lateral Izquierdo que faltaba. Figura en Rangers, Osorno y Everton, Díaz hoy es el abrelatas zurdo de Cobresal, equipo que juega con tres delanteros, dos de ellos punteros bien pegados a las líneas.
Cómo ellos hay muchos, pero ninguno con la trascendencia suficiente. En la selección de los últimos años no se recuerda que haya actuado un puntero zurdo en más de dos partidos. Paolo Vivar y Jean Beausejour lo hicieron volanteando y el mismo Jaime González no duró más de un partido y medio. Con respecto a los extranjeros hay uno con el que tengo gran cercanía. Lo conozco, lo conozco mucho. ¿Su nombre? Rubén “Pocho” Acosta, uruguayo que en 1996 llegó a Antofagasta para formar un rombo letal en ataque junto a Gabriel Caballero, Daniel Fascioli y Jorge Muñoz, otro puntero más, elegido hace poco como uno de los grandes fiascos del Mallorca en un foro organizado por los hinchas del equipo que dirige Cuper. ¿Pero de dónde mi cercanía con el alero uruguayo? Ocurre que mi fanatismo con el deporte rey ha hecho que año a año anote en un cuaderno las nóminas con la numeración completa de los equipos del fútbol chileno. Plantel por plantel, jugador por jugador. El año 1998 Acosta había llegado a Palestino casi al cierre del libro de pases. Pasaban las fechas y no había podido averiguar con que dorsal actuaba el Pocho. Hasta que llegó el partido de la UC y los tricolores en el Santa Laura. Estaba tan ansioso porque vería en cancha a Edú y Wagner y además porque averiguaría con mis propios ojos el número que utilizaba el puntero izquierdo Rubén Acosta, el único que me faltaba para completar la nómina de Palestino. El arbitro dio por comenzado el partido y el uruguayo no estaba en cancha. Dieron las bancas por parlantes y tampoco estaba. A esa altura daba lo mismo ver a Edú y Wagner, mis dos grandes ídolos de infancia. Terminó el fome primer tiempo y bajé a los baños del recinto de Independencia. Iba sólo a lavarme las manos pero al darme vuelta noto que ahí estaba él: el Pocho Acosta...en el urinario. No terminaba nunca el Pocho. Ni los hinchas de Palestino lo habían reconocido, pero yo sí. Era menudo, pichanguera al estilo Bam Bam y...y lo demás no lo puedo describir. Antes que lavara sus manos procedí a hacerle la pregunta que me serviría para completar mi cuaderno, guardado hasta el día de hoy. Eh Pocho, ¿Con qué número jugás? “Con el 29”, me respondió casi en un acto reflejo. No cabía en mi felicidad. Había completado mi cuaderno. Quería darle la mano para agradecerle pero recordé que no estaban todo lo limpias que aconseja el doctor. Un “gracias Potro” fue suficiente. Volví a las incomodas tribunas del mejor estadio de Santiago. Quería que pasara rápido la hora y llegar a mi casa a revisar mi cuaderno. Terminó el partido, seguramente debe haber ganado la UC, eso ya ni lo recuerdo. Llegué a mi casa, abrí mi cuaderno y para sorpresa tenía en el espacio del 29 a Cristián Jeandet, un chanta que había llegado junto con el puntero izquierdo Rubén Acosta, a esa altura mi ídolo. Se me venía el mundo encima ¿Si el Pocho era el 29,qué número era Jeandet?. Esa si que era una misión imposible. Busqué a Jeandet por todos los baños de Santiago, pero jamás lo encontré.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

HOLA , TE ESCRIBO , POR QUE SIEMPRE ESTOY BUSCANDO COSAS NUEVAS DE RUBEN ACOSTA Y CASUALMENTE , HOY , ENCONTRE LO TUYO.TE QUIERO AGRADECER , POR QUE ME HICISTE EMOCIONAR CON LO QUE ESCRIBISTE, ME PUSISTE LA PIEL DE GALLINA , ME REI Y LLORE TAMBIEN , GRACIAS POR ACORDARTE DE EL, POR QUE EL PARA MI FUE EL MEJOR PUNTERO , PERO POR ENCIMA DE TODO ES UNA MUY GRAN PERSONA , BUEN ESPOSO Y MEJOR PADRE.
GRACIAS NUEVAMENTE,POR QUE ESTAS COSAS, COMO LAS QUE ESCRIBIS VOS,SON LO MAS LINDO QUE EL FUTBOL LE HA DEJADO ,HOY CUANDO LLEGUE LE VOY A MOSTRAR LO QUE ENCONTRE.
TE MANDO UN ABRAZO .
SANDRA (ESPOSA DE RUBEN POCHO ACOSTA).

7:57 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Hola Sandra ¡te cuento que yo soy amigo del hermano de pocho acosta ,pero perdi contacto con el hace mucho tiempo ya ,lo ultimo que me entere fue que estaba en estados unidos. En aquel tiempo ruben jugaba en cerro (la libertadores) y cafu vivia con ustedes ,como te decia yo era muy amigo de Sebastián y fuimos a muchos partidos de esa copa ,uno en especial con peñarol q ruben jugo muy bien(3 a 3 ) y otro con independiente en el trocoli q termino 1 a 0 .bueno te pido si no me podes dar el correo de Sebastián ya que hace tanto tiempo que no se nada de el ,otra cosa…, me acuerdo que una vez jugamos un partido con tu marido a un futbolito de mesa q yo tenia y a tu hijo le gusto tanto que se lo regale(mete gol se llamaba el jueguito ja ja )no creo q se acuerden ,salu2 y te agradeceria q me hicieras ese favor ,mi correo es sebastiansaa@hotmail.com

11:26 p. m.

 
Blogger cyn276 said...

Muy emocionante la historia, feliz de leerla.

Cynthia ( Hija de Ruben "Pocho" Acosta)

8:36 a. m.

 

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