Qué monstruo que creaste, Don Francis
No, no, no. A mí no, señor. A mí no me pasen gato por liebre. Nada de cuentos. ¿Por qué nunca salen juntos en pantalla? Siempre uno primero y el otro después. ¿Por qué nunca coinciden en el mismo programa Mario Kreutzberger y su hija Vivi? Me he esmerado por encontrarlos juntos en algún estelar o simplemente en algún programucho de medio pelo. Pero naranjas, pamplinas. Nunca están juntos como familia que son. Reúnen a los Parra, los Frei, los Piñera, pero a los Kreutzberger nunca. ¿No se han preguntado por qué?. La respuesta es muy fácil y sólo un ojo sagaz y agudo como el mío podría descifrarlo. Don Francisco y la animadora de Gigantes con Vivi son la misma persona. ¡Sí!, por años el rey de los sábados nos ha estado engañando. Cuando el rechoncho animador se disfrazaba con pelucas o sombreros en esas latigudas tardes de sábado sólo estaba preparando su plan maestro. Ya había descubierto que eramos muy bobos. En verdad, hay que ser realmente bobo para mirar Sábados Gigantes durante cuatro horas seguidas. Ahí concluía la primera parte del plan. En su libreta de apuntes, el creador de la Teletón tenía escrito: “El público chileno es bobo, muy bobo”. Pero faltaba la segunda parte. Los gorros y las pelucas que desfilaban constantemente por su cabezota eran el medio para buscar en pantalla a su personaje maestro. Un sábado 24 de marzo de 1997, mientras un concursante panameño entonaba una canción de Donato y Estefano, Don Francisco hizo el casting de su personaje Vivi, en vivi y en directo. A esa de las siete de la tarde salía disfrazado con un vestido (sin usar rellenos), y una peluca lisa que caía por su gran testa. Ni los asistentes al estudio ni los telespectadores se dieron cuenta que se trataba de nuestro animador de exportación. Todos, absolutamente todos, creían ciegamente que se trataba de una nueva animadora, seguramente familiar de Mario por su gran parecido físico. Don Francisco escribió en su libreta: “Ya está, los engañé a todos”. De ahí en más sólo unos retoques. La misma cabeza, la misma barriga, la misma escoliosis y el mismo griterío hacían de Vivi, la hija de tigre de Don Francis.
Nadie lo había notado. Esto fue un trabajo de años de mi parte. Me conseguí todos los estelares desde 1997 en adelante. Ví nuevamente las últimas 10 teletones, es decir, 270 horas de amor, y nada. No coincidían en pantalla. Salía uno y entraba otro. Como Ñoño y el Sr. Barriga, como Popis y Doña Florinda, como la Chilindrina y su abuelita, como Joaquín Lavín y Milhouse de Los Simpson. Nunca juntos en pantalla. Obvio, si son la misma persona. Qué monstruo que creaste, Don Francis.
5 Comments:
Los francis, las vivis. Es cierto, son la misma persona. La misma huevada. Nuevamente nos metieron la mano en la billetera...
7:57 p. m.
Tienes razón!!
no lo había pensado. Sería demasiado freak tener dos ejemplares distintos de ese estilo.
Saludos colega!
Chaus!
8:45 p. m.
hey, humano, ¿qué estupidez estas hablando?
3:30 a. m.
ajuajuajuajua, que coñazo se mando el tipejo esta, es q ese cabeza de chancho es ahora omnipresente... ajuajuajua
9:51 p. m.
casualmente temgo un video donde salen juntos
8:55 p. m.
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